Donald
Trump, electo para un segundo mandato en EE.UU., anuncia políticas de
inmigración estrictas, enfocándose en cierre de fronteras y deportaciones
masivas.
West
Palm Beach, Florida. - Donald Trump, tras ser reelecto como
presidente de EE.UU., se comprometió a fortalecer las políticas de inmigración
del país. En su discurso en West Palm Beach, Florida, Trump reafirmó su visión
de una América segura y con control fronterizo, destacando que el cierre de las
fronteras es una de sus prioridades. Según Trump, solo permitirá el ingreso de
quienes cumplan con los procesos legales, y enfatizó que los migrantes
indocumentados deben prepararse para ser expulsados.
Trump
ya delineó medidas para ampliar la estructura de control migratorio, integrando
agencias como el FBI y la DEA al esfuerzo. Una propuesta polémica incluye la
activación de la Guardia Nacional y, de ser necesario, incluso el ejército para
la seguridad fronteriza. Además, su administración planea la mayor operación de
deportación en la historia del país, un plan que apunta a 15 a 20 millones de
personas.
A
pesar de su postura firme, Trump sorprendió al proponer un ajuste: otorgar
residencia a graduados universitarios extranjeros. En una reciente entrevista,
sugirió que quienes culminen sus estudios en universidades de EE.UU. deberían
recibir la "green card" automáticamente. Este cambio en su enfoque de
inmigración, sin embargo, ha sido matizado con promesas de controles ideológicos
para limitar la entrada de personas de ciertos países.